Reflexiones Cristianas: De la Frustación a la Composición
Hace más de doscientos años que los cristianos no tenían bonitos himnos como los tenemos ahora. Todo lo que existía, en cuanto a canto se refiere, eran algunas malas versiones de los Salmos e himnos mal arreglados. Un muchacho que siempre asistía a los cultos, salía disgustado de los himnos, hasta que un día fue y le dijo a su padre: --Padre, ¿por qué cantan himnos tan feos en el templo? --Si no te gustan --le contestó duramente el padre--, escribe otros mejores. Isaac Watts, que así se llamaba el muchacho, no se disgustó sino que ese mismo día escribió un himno y lo llevó para que lo cantaran en la iglesia. El himno gustó tanto, que rogaron al muchacho que escribiera otros, a lo cual él accedió gustoso. Escribía himnos cada vez que sentía deseos de hacerlo, y continuó escribiendo durante toda su vida. Uno de los himnos más hermosos que escribió y que se ha traducido a muchos idiomas es: "Al Contemplar la Excelsa Cruz". Otro de sus hermosos himnos es: "Dominará Jesús el